El generador de impulsos de aire infla y desinfla rápidamente el chaleco, comprimiendo y expandiendo con suavidad la pared torácica hasta 20 veces por segundo. Este proceso provoca una ligera tos que desprende la mucosidad de las paredes de los bronquios, aumenta su movilización y la desplaza hacia las vías respiratorias centrales. También ayuda a reducir la creación de secreciones densas y a que su expulsión sea más sencilla. Una vez que la mucosidad se ha desplazado hacia zonas más amplias de las vías respiratorias, se puede expulsar mediante la tos o aspiración.